Letra de Manco

Letra de Manco

El fin de un camino

Eduardo Alberto Melano 

 

Ciudad de Corrientes ubicada en la margen izquierda del rio Paraná, transcurre una hermosa tarde, con el sol proyectando en un dibujo movedizo sobre las mansas aguas, las sombras del majestuoso puente que, sorteando el Paraná, une las ciudades de Corrientes y Resistencia, ésta última en la provincia del Chaco. Los chivatos pintan de rojo el ambiente, que huele a flores y paz, acariciadas por “de allá itè”, un chamame canción, típica música lugareña.

El rio Paraná es un dibujo claro, que serpentea las llanuras correntinas luego de abandonar saltando entre formaciones rocosas de basalto las estribaciones montañosas de la provincia de Misiones. Nacido en el Pantanal brasileño es una de las maravillas de este mundo y que pocos navegaron y se extasiaron con su belleza, a esos mismos pocos también les duele la herida profunda, cuya cicatriz hoy muestran orgullosos los hombres. Cicatriz provocada en pos del confort al que aspiramos los humanos sin detenernos a evaluar su costo, ese que modifica entornos y sentimientos.

Sentado en un banco de la costanera, Guillermo contempla el paisaje, apacible y bello paisaje mientras termina de leer el libro comprado la semana anterior, cuyo título fuera recomendado por su amigo, Pedro.

Concentrado en su lectura no advierte la llegada de alguien que se sienta a su lado. El recién llegado dirigiéndose a Guillermo mientras alguien que pasa corriendo proyecta una móvil sombra sobre ambos;

Desconocido

. – ¿Buenas tardes, bello lugar no?

Guillermo

. – si muy bello y tranquilo

El recién llegado tratando de iniciar una conversación, consulta sobre el libro, en manos de Guillermo. La escena iluminada por el sol que se filtra entre las ramas de los chivatos cubiertos de flores rojas, muestra la tapa donde puede leerse claramente “Sabiduría Financiera”

Guillermo con dolor y la preocupación reflejados en su rostro por rayos de luz que ponen el contraste necesario para reflejar tanta preocupación, manifiesta, sin que fuese solicitado y casi sin intenciones su situación; empresario en dificultades. Esta definición parece acentuarse y enmarcarse casi drásticamente ya que no suena el bello chamame, sino que ahora se escucha “Mad World» de Gary Jules.

El recién llegado que se identifica como Gustavo, percatándose de la situación, trata de entrar en confianza haciendo referencia a la abundante cantidad de personas practicando running al momento que dispara una pregunta, señalando a una persona que pasa corriendo;

. -¿Usted practica?,

Pregunta lanzada por el visitante con claras intenciones de iniciar un dialogo.

Se entabla entonces una conversación impulsada por el intercambio de opiniones respecto a esa actividad.

Guillermo mira ansiosamente hacia ambos lados, mientras “Mad World” sigue sonando más intensamente como deseando enmarcar la situación que la preocupación de uno y el interés de otro definen.

Gustavo, midiendo maliciosamente el momento y dibujando una leve sonrisa continua con la conversación.

. -Yo entreno habitualmente, corro más de diez kilómetros por semana

. – Yo no llego a tres, cuando lo hago, fue la respuesta.

. – Gustavo, Se lo ve muy joven, debería entrenar más, por favor deme el número de su teléfono y le hare llegar el método de entrenamiento que yo sigo.

Respondiendo a la requisitoria le detalla el número de su teléfono, aunque no de buen ánimo. Luego de manipular el teléfono el visitante, señala que ya envió el plan prometido, al que nuevamente recomienda poner en práctica.

Largo silencio entre ambos que permite magnificar y poner en primer plano la belleza del entorno que los envuelve.

Vuelve a sonar la música, mientras nubes ocultan parcialmente el sol, que emite rayos marcadamente naranjas o rojizos que dan tonos de misterio en complicidad con las sombras de los chivatos, Guillermo sigue mirando ansiosamente hacia ambos lados con inocultable ansiedad se refriega las manos, al tiempo que manifiesta estar esperando a un amigo.

Circunstancia ésta muy bien aprovechada por su ocasional interlocutor para retomar el dialogo entre ambos;

. – Bello lugar para conversar

Guillermo, respondiendo como casi por obligación,

. – No, no solo conversar, necesito su ayuda

Gustavo, pensando que esta frente a otra oportunidad, lo que ha buscado durante días, duda como abordarlo,

. – No lo tome mal, no sé su dificultad, aunque la puedo imaginar. (dudando que decir) Todavía no le comenté que soy un exitoso hombre de negocios, vine aquí convocado por una empresa que necesita de mi asesoramiento. No conocía esta bella ciudad, y menos este hermoso rincón de ella.

Guillermo, algo curioso,

. – ¿qué empresa?

Gustavo

. – Una que no recuerdo su nombre ahora, pero la tengo agendada en mi teléfono nunca vine por aquí. Solo recuerdo que es la empresa de energía de la ciudad, y creo que de toda la provincia.

Guillermo

. – ¿No conocía esta ciudad?

Gustavo

. – Para nada, llegue hace unas horas enviado por un banco internacional para incentivar a esta empresa con una propuesta económica

Guillermo queda pensativo y en silencio largo rato, ambos lo hacen, mientras tanto suena la música suave que se detecta como proveniente del resto bar cercano, esos típicos de la costanera correntina que despliegan sus mesas y su música esperando la habitual y nutrida concurrencia que se hace habitual en los atardeceres y prolongadas noches de diversión, comidas y brebajes.

Gustavo, viendo una situación favorable a su propósito rompe el largo silencio diciendo que tiene la solución al problema de Guillermo. Este, con su rostro mostrando asombro, sin poder evitar un halo de sospecha, también delata su duda e interrogante ante tal situación.

Gustavo .-(con aire de suficiencia) Entiendo su duda y sorpresa mi habilidad y conocimientos permiten intuirla. Le aclarare el por qué mi presencia en esta ciudad que me es desconocida.

Guillermo sin hablar (entre incrédulo y asombrado) y con solo un ademan le indica que continúe

Estoy aquí porque me han encargado la venta de parte de las acciones de la empresa   de servicios eléctricos de la ciudad, porque me informaron que desean desprenderse de una parte.

Guillermo, soltando una carcajada

. – yo no estoy en condiciones de comprar nada

Gustavo,

. – allí está el punto. El banco que represento tiene parte de las acciones y desea sacarse de encima a sus socios

Guillermo,

. – ¿porque no compran ellos el resto de las acciones?

Gustavo (con aire de suficiencia sabiéndose dominador de la situación) Porque el contrato de concesión definido por el marco regulatorio de este país no lo permite.

Guillermo, mostrando un rostro de esperanza, pero con una gran duda del porqué del ofrecimiento a su persona a pesar de las dificultades económicas en las que se encuentra, duda esta que es rápidamente tratada de ser aclarada con una ingeniosa respuesta;

. -Porque el CEO de la empresa que vine a contactar me acaba de enviar un WhatsApp diciendo que no le interesa. No puedo yo volver con las manos vacías sin haber realizado alguna transacción, perdería la confianza de las personas que me encomendaron esto y con ello mi prestigio. ¿Usted es empresario no es así?

Guillermo, desconcertado,

. – si pero no estoy en condiciones de afrontar lo que usted menciona.

Gustavo con el convencimiento que la presa esta por caer, afirmado su voz continúa, podría usted armar un pool empresario con amigos, es laborioso, pero no difícil. La empresa da buenos dividendos, esto significa buenos ingresos. Solo es cuestión de decidirse. Ignoro la cantidad de usuarios que tiene la empresa, pero son clientes cautivos todos necesitan de la energía y no pueden dejar de pagarla.

Se dibuja en Guillermo una duda al respecto, Gustavo interpretando esta situación favorable continúa hablando con gestos ampulosos mientras de fondo y muy suavemente como marcando el éxito se escucha a Queen en “We are the champion”

Perdón, olvide comentarle. El banco es dueño del 51% de las acciones, ya le dije que por contrato no puede superar ese porcentaje, y acordó con los actuales socios, los cuales son tres, poner en venta esas acciones.

El Banco está dispuesto a financiar la compra con una tasa de interés del 6% anual en Dólares a reintegrar con los dividendos que dé la empresa. Al banco le conviene esta operación dado que quiere desprenderse de sus actuales socios porque ellos quieren vender a otra empresa con antecedentes dudosos, el Gerente los convenció de que le den quince días para resolver el tema, de allí mi apuro.

En Guillermo sus expresiones corporales reflejan asombro y dudas, las que rápidamente son captadas por quien escudriña sus gestos.

Con expresión triunfalista enmarcada en la imagen rojiza de un atardecer Correntino a orillas del Paraná, continúa diciendo;

. -Entiendo sus dudas, pero permítame explicarle que el banco al que me refiero es el Corporate investment bank, aquí tiene una tarjeta para conversar con ellos para aclarar todas sus dudas. Luego de conversar con el gerente del banco, contáctese con otros empresarios. Luego hablamos, mejor, yo lo invito a cenar, indíqueme un restaurante. Sigue sonando Queen.

Guillermo, con una amplia e inocente sonrisa dibujada en su rostro responde

. – El Corsario, le paso la ubicación, nos vemos a las 21 hs, allí lo espero.

Guillermo se retira eufórico pensando en los futuros ingresos sin advertir que Gustavo sube a un auto que lo esperaba a pocos metros de allí, el cual parte raudamente. Luego de hablar con el banco tal lo indicado decide llamar a Pedro, su amigo, otro empresario que le prometió ayudarlo.

Muy eufórico le cuenta a Pedro lo sucedido. Acordando reunirse para tomar un café y poder conversar.

La Recova, lugar clásico de la ciudad ambientado muy de La Belle Epoque, integrando una zona clásica y habitual para encuentros de jerarquía, ubicado en la costanera de la ciudad, en zona de bellas y muy iluminadas construcciones haciendo foco en el punto de encuentro elegido.  Guillermo entra eufórico, en la mesa en la cual Pedro lo espera con el rostro adusto, y marcados signos de preocupación.

Pedro, con inocultable tono policial lanza una pregunta que más se parece a una acusación;

. – ¿Tú le diste tus datos bancarios al “Gerente” de ese banco?

Guillermo, respondiendo seguro como acusado que se sabe inocente,

. – Si y me costó porque me hablaba en inglés, es lógico es un banco extranjero.

Reflexiona justificando su actitud.

Pedro, Con voz firme

. – Revisa tu cuenta bancaria, ya

¡Ante la duda y desconfianza de Guillermo y como dando una orden, dale, revisa!

Guillermo, toma su teléfono al abrir la APP de su banco su rostro empalidece, el aparato escapa de sus manos, tiembla entero, mientras transpira copiosamente, temblando,

. -Está vacía Pedro, está vacía sin un peso, me robaron.

Ante la mirada dura y de reproche de Pedro intenta algún justificativo o razón para explicar lo inexplicable, o mejor dicho su increíble inocencia puesta de manifiesto ante la sagacidad de quien lo envolviera con una ingeniosa maniobra delictiva.

. – Pero como se te ocurre pensar que te venderían a Ti las acciones de la empresa de servicios eléctricos, solo a Ti se te ocurre semejante cosa.

. -Fue mi desesperación ante mi situación financiera que tu Pedro conoces perfectamente

. – Pero no, no por favor como fuiste tan confiado.

Están en esa conversación cuando se escuchan dos disparos, Se levantan de manera atropellada desparramando las sillas que ocupaban saliendo presurosos a la calle.

Las luces de farolas de hierro fundido de inconfundible estilo francés filtrándose entre las palmeras permiten apreciar una escena totalmente inesperada.

Allí tirado en el piso sobre un prolijo césped y entre violáceas azaleas yace un hombre ensangrentado de cara al cielo, al que Guillermo reconoce de inmediato.

La policía llega con estridentes sirenas, en varias unidades en cuyas puertas y en letras blancas puede leerse POLICIA DE CORRIENTES. Descendiendo rápidamente proceden a detener esposando a un hombre, ya entrado en años,que con claros signos de abatimiento y con un arma aun en sus manos solo repite sin cesar;

. – mis ahorros, me robó, me robó, me robó.